martes, 9 de junio de 2009

Nuestro ambiente...


La sociedad postindustrial, la globalización, la explosión demográfica, el armamentismo, la creación y desarrollo de tecnologías “sucias”, entre otros “productos humanos”, están llevando a las sociedades del mundo hacia una frontera que hasta ahora no se ha explorado: el caos y la anarquía. En su libro “Desarrollo y libertad” de Amartya Sen se hace una fuerte crítica a los modelos económicos que coaccionan los privilegios obtenidos por unos para el beneficio de los mas favorecidos. Lo mismo sucede con las políticas medioambientales del mundo. En los países menos desarrollados es donde se establecen las potencias contaminantes con el pretexto del desarrollo y una búsqueda de la libertad (obviamente, la libertad propuesta por Hollywood y del desarrollo occidentalizado). En ningún momento se quiere con este escrito criticar modelos económicos exitosos o no, lo que se quiere es sentar precedente sobre como estos modelos han influido en el deterioro medioambiental, dañando la calidad de vida de muchas especies animales y vegetales, incluso deteriorando arraigos culturales tan profundos como algunas etnias indígenas, volviéndolas en contra de su cultura en pro de la occidentalización.
Muchos de nuestros compatriotas desconocen cosas que solo se encuentran en nuestra geografía, por ejemplo pocos saben que en Colombia se encuentra el 15 % de la biodiversidad planetaria, que tenemos el 0.7 % de la superficie terrestre planetaria, que tenemos la formación geológica más antigua del mundo (3.000 millones de años), que somos uno de los 8 países del mundo con radiación solar perpendicular anual con un fotoperiodo más parejo, tenemos el gradiente altitudinal mas corto del mundo pasando de 0 a 6.000 m.s.n.m. en solo 28 Km. (Sierra Nevada de Santa Marta), presentamos el primer lugar de endemismo planetario en cantidad de especies (plantas, insectos, aves, mamíferos), tenemos además la fortuna de ser uno de los tres únicos sitios en el mundo con páramos y presentar 57.000 m3/año/habitante en oferta de agua. Todo esto sin contar además que en Colombia se presentan 86 culturas planetarias diferentes, se habla mas de 1.780 dialectos diferentes, incluyendo los propios de las etnias indígenas, dialectos regionales y subdialectos, además de 70 lenguas o idiomas diferentes... esto no es riqueza?
Con la información anterior, podemos estar conscientes de lo que nuestro pueblo colombiano espera de su patria? No creo. Lo único que alienta la esperanza que las cosas mejoren con el medio ambiente en el país (entre otras cosas), es que nuestros niños están ahora un poco mas involucrados en procesos de cambio, y por lo menos son mas conscientes de las consecuencias de sus actos para con el ambiente. Los niños también son un pilar fundamental en el desarrollo de modelos de conservación de recursos no renovables. Aquí es donde empezamos a introducir el concepto de bienestar animal y macrobioética...

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